Uno de mis vicios inconfesables es ir de cuando en cuando a dar un garbeo por los viveros de la zona y rebuscar entre los cajones de sastre, esas zonas donde hay plantas y plantones que nadie ve o nadie quiere y donde con frecuencia encuentro cosas aceptables a mis propósitos.
La última visita fue a un vivero cercano al lugar donde resido, totalmente reformado y con nuevos propietarios; un lugar nuevo, coqueto y lleno de cosas ¿bonsaizables?.
No llevaba ninguna idea preconcebida sobre lo que quería comprar , nunca lo hago. Me dejo llevar y doy vueltas por el vivero hasta que encuentro lo que me gusta, aunque a veces ya se sabe, me vengo de vacío.
En esta ocasión fue un ramillete de Pyracanthas lo que llamó mi atención por el buen aspecto que presentaban todas, a rebuscar se ha dicho !!!!. Bajo la atenta mirada de un viverista y después de un rato para decidirme elegí la que me pareció mejor en conjunto.
Una vez en casa y más contento que un niño con zapatos nuevos le hice una pequeña poda de estructuración, algunas ramas que se cruzaban etc.
Este es el resultado
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